¿Quién soy y de qué va ésta página? Bueno yo soy Roxanna Salazar, una persona común y corriente como muchas; sin embargo he vivido algunas experiencias que me han marcado y que me gustaría compartir por si alguien está pasando lo mismo, sepa que no está solo (a). Me apasiona escribir, cocinar, hacer ejercicios, conversar y aprender cosas nuevas. De profesión Ingeniero Mecánico y Gerente de Recursos Humanos, son mis estudios no profesionales los que me han rendido más frutos. 

Mi historia personal

Para responder mejor ¿Quién soy y de qué va ésta página?, les contaré un poco de mi historia. La menor de 2 hermanas, no puedo decir para nada que mi vida ha sido terrible. No obstante, desde muy pequeña he tenido luchas con el peso y la comparación. Mi hermana alta y delgada, yo más baja y rellena fuimos objeto de sobrenombres y juicios cuando aún éramos muy pequeñas. A mi se me tildó de la gorda y a ella de la flaca. La gorda he sido desde que recuerdo, algo muy gracioso porque en esa época no era gorda, sólo menos flaca que mi hermana.  

Sin embargo, luego descubrí que si te llaman algo mucho tiempo, es muy probable que termines siéndolo. Como cualquier familia, teníamos problemas y se me acostumbró  a comerme las emociones. Cada vez que hacía «berrinche», me enojaba, lloraba o me ponía triste, me daban comida. El lado bueno fue que descubrí la cocina muy joven, el lado malo fue que antes de los 20 años pesaba más de 80 kilos. No soy muy alta por eso 80 kilos es demasiado. Después de los 20 años llegué a los 90 kilos, con todos los inconvenientes de ello. Me dolían las rodillas, no podía caminar más de 2 cuadras sin ahogarme, además me sentía muy avergonzada de mi cuerpo, lo odiaba para ser exactos. Usaba ropa holgada y oscura, lloraba cuando iba a la playa, me sentía fea y sin valor.

El problema del sobrepeso

Quiero contarles que después de toda mi experiencia con el sobrepeso y la obesidad, me di cuenta que bajar de peso no es tan difícil como mantenerse, y mantenerse no es tan difícil como aceptarse. Más o menos a los 24 años comencé el camino saludable, básicamente por salud y por problemas conmigo misma, porque quería dejar de sentirme tan mal. Pensé que el problema era el peso, más tarde descubrí la verdad, la balanza y sus números era sólo un factor más de un problema más profundo.

El camino

Al cabo de año y medio había perdido más de 15 kilos. Me comprometí en serio, estudié, investigué, experimenté diversos caminos, por eso me tomó por sorpresa darme cuenta que haber bajado de peso no me hacía sentir mucho mejor. Tenía los mismos sentimientos de vergüenza, de miedo a la exposición, de miedo al rechazo y a la burla (de eso tuve bastante), así que continuaba encerrada en mi interior.  

Por suerte, o quizás es sólo aquella frase «cuando el alumno está preparado, el maestro aparece», conocí a una pareja que me enseñó el camino hacia adentro. Con ellos aprendí que perder peso era recorrer el camino hacía afuera, cambiar cómo me veía la gente, sin embargo por dentro seguía sintiéndome sin valor. Nadie nos enseña a amarnos ni a creer en nosotros mismo, por eso la sociedad actual tiene problemas graves de autoestima. 

Para no hacer el cuento muy largo, y responder claramente ¿Quién soy y de qué va ésta página?. Debo decirles que de la mano de ellos inicié un camino de desarrollo personal, de espiritualidad, no me volví más religiosa si se lo preguntan, sólo más consciente de mis pensamientos y emociones, de quién era yo y de quién me habían dicho qué era. Todavía estoy en el camino, conocerse a uno mismo es una tarea que dura toda la vida. He tenido recaídas, depresiones, tristezas, momentos duros. Pero también he aprendido a no dejar que esos momentos se lleven los mejor de mi, a quererme y cuidarme como soy, porque al final del día sólo te tienes a ti mismo.

Después
Antes

Por qué recetas para cuerpo y alma

Ya mencioné antes que me gusta la cocina, tuve que aprender a comer, a gestionar mis emociones para no llevarlas a mi boca. Como me gusta escribir pensé una manera de llevar mi aprendizaje a otras personas, contarles que el peso muchas, o casi siempre, viene de problemas emocionales; los cuales debemos resolver primero o después (como hice yo una vez me di cuenta que perder kilos no me hacía sentir mejor) si queremos tener una vida realmente saludable. Aprendí que ser delgado y verte bien no evita el rencor, la envidia, la tristeza, la infelicidad, los malos deseos. Por el contrario muchas personas que vemos en portadas de revistas y programas de televisión se sienten mal por dentro. Las apariencias suelen engañar.

Así que este blog es un poco de todo. Un poco de recetas para alimentar el cuerpo, un poco de recetas para alimentar el alma. El peso no lo es todo, debes aprender a sentirte bien por dentro y por fuera. Espero poder mostrarle (no soy maestra de nada) las herramientas que me ayudaron y aún me ayudan en éste camino de vivir conmigo. Por último quiero decirles que no están solos, todos atravesamos por situaciones complicadas, muchas veces no sabemos cómo salir de allí. Sin embargo, tengan siempre la certeza que se puede mejorar, no dejen de creer en ustedes y de demostrarse día a día que sí se puede, que podemos ser más fuertes que nuestros miedos. Creo que con esto está respondida la interrogante ¿Quién soy y de qué va ésta página? que la disfruten!


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