6 actos que demuestran que no te amas a ti mismo, es un artículo que quise escribir precisamente por la cantidad de personas que a diario se desestiman, permitiendo y cometiendo abusos en contra de sí mismas.
A menudo pensamos que nos amamos, pero basta observar cómo nos tratamos a nosotros mismos y como dejamos que otros nos traten para darnos cuenta que esto no es verdad.
Hoy quiero describirte 6 acciones que realizamos casi siempre y nos llevan muchas veces por la calle de la amargura, si cometes alguna o varias, no te inquietes, siempre es posible mejorar la relación con uno mismo.
El objetivo de éste escrito es sembrar en ti la semilla de la consciencia, para que te des cuenta de aquellas cosas hechas y permitidas que te perjudican y no te dejan ser feliz.
Tabla de contenidos
1- No cuidar tu cuerpo
Ésta es una acción inequívoca de desamor y a diario la realizamos. Cuando consumimos alimentos de poca calidad, cuando consumimos drogas, alcohol, tabaco, etc. También cuando nos ponemos en situaciones peligrosas y arriesgamos nuestras vidas.
De igual forma, albergar sentimientos negativos, atormentarte con ideas pasadas o futuras, machacarte por los errores cometidos y no dejarte fluir son maneras de hacerte la guerra.
El cuerpo, con mente y alma incluida, es lo único que realmente tenemos y nos acompañará hasta la muerte. La mejor forma de demostrarle amor es cuidarlo, por supuesto eventualmente enfermará y envejecerá, pero eso no significa que tú seas menos o más, sólo eres humano y esas son cosas normales en nuestra condición.
No cuidar tu cuerpo hará que te sientas mal a menudo, no tendrás una vida satisfactoria, por el contrario, vivirás amargado y resentido. Así que lo mejor por hacer es cuidarnos, sin caer en obsesiones, con mucho respeto, siempre procurando sentirnos bien con nosotros mismos.
2- Decir que si cuando quieres decir que no y viceversa
El segundo de los 6 actos que demuestran que no te amas a ti mismo, es decir sí cuando no quieres o no cuando quieres. Siempre queremos agradar, caer bien, y terminamos haciendo cosas degradables o simplemente que no queremos hacer, dejando de hacer lo que si queremos.
La persona que se ama a sí misma, se cuida y respeta. Sabe cuándo decir NO y cuando decir SI. También pone límites en su relaciones interpersonales con el fin de resguardar su privacidad y su vida. Sabe que rechazar ciertas propuestas muchas veces es saludable y nos da paz. Que no debemos ir por la vida rogando y haciendo lo que sea por la aprobación de los demás.
El amor a uno mismo, nace de aceptarnos, aprobarnos y ser auténticos, mientras no dañemos a nadie voluntariamente, se vale vivir bajo nuestros propios términos, créeme serás más feliz así aunque no seas el más popular.
3- Aferrarse a personas o situaciones que te hacen daño
Otro punto muy común, nadie nos enseña a dejar ir. Nos enseñan a aferrarnos, creemos que durar mucho tiempo con alguien o algo es sinónimo de felicidad. Así pasamos 20 años con una persona que ya no amamos, 10 años en un trabajo odiado, 3 años soportando situaciones miserables, etc. Incluso conocí una persona que compraba pares de zapatos que odiaba porque esos le gustaban a su madre y no quería ir en su contra aunque detestara ir a comprarlos y usarlos.
¿Cuántas veces nos anulamos en favor de algo que nos hace daño? lamentablemente, muchas veces. No sabemos soltar, no escuchamos ni vemos las señales de que algo ya se venció, ya cumplió con su propósito y es hora de conocer otros paisajes.
La vida sería mucho más sencilla si dejáramos de creer que la soledad es mala, cuando es mucho peor estar con personas que no aportan nada positivo a nuestra vida. Preocúpate por cultivar tu jardín interior, tú relación contigo, para que en los momentos de estar solo seas buena compañía para ti.
4- Poner a otros por encima de ti mismo
El cuarto acto de los 6 actos que demuestran que no te amas a ti mismo, es poner a otros antes que a ti. Tú deberías ser tu prioridad siempre. Es bueno ayudar, servir a otros, si es verdad que aprendemos y nos sentimos plenos. Pero una cosa es ayudar y otra muy distinta es colocarte de tapete para ser pisado. Hay una delgada linea entre colaborar y ser abusados.
No puede haber nada más importante para tu vida que tú mismo. Ni siquiera los hijos, por los cuales se hacen innumerables actos de «sacrificio» (realmente no te sacrificas por alguien a quien amas), deberían ser motivo para abandonarnos y comenzar a odiarnos.
Si tú no estás bien, no podrás ayudar a otros, por más que lo intentes no lo lograrás. No podrás tampoco criar a tus hijos sanamente. Recuerdo la historia de una madre que se quitaba la comida de la boca por sus hijos, que no compraba ropa ni nada para ella; al final sólo recibió reproches y malos tratos de ellos, la veían como alguien si valor, ya que ella misma no se valoraba.
No hay nada mejor que el ejemplo para enseñar, tus hijos aprenderán lo que observan, así que ten cuidado con eso. Cumplamos nuestros compromisos, ayudemos y sirvamos al prójimo, pero sin olvidarnos de nosotros mismos y nuestras necesidades.
5- Menospreciarte
Menospreciarnos es un acto bastante arraigado en la psique humana. Siempre lo de afuera nos parece mejor. Nuestros logros nos parecen pequeños comparados con otros. Así que, la comparación mata al amor.
Todos somos diferentes, únicos y especiales, seguro si lo intentas encontrarás en ti muchas cualidades y talentos geniales. Deja de creerte y hacerte menos. Valora tus luchas, las ganadas y las perdidas, aquello que eres ahora. Si no te gusta algo, mejóralo, pero siempre desde el respeto y el amor.
No eres más ni menos que nadie. Eres valioso y puedes lograr todo lo que te propongas, mientras actúes planificadamente y sean metas viables, puedes hacerlo. Deja de compararte, si tienes que mirar a los lados que sea para inspirarte y aprender, no para sentirte menos.
6- No luchar por tus sueños
Para finalizar, los 6 actos que demuestran que no te amas a ti mismo, está no luchar por tus sueños, el cual es definitivamente un acto de desamor. Vinimos a éste mundo a aprender y desarrollar nuestros dones. Escondernos nos hace infelices porque tenemos la necesidad de ser útiles a otros.
Los sueños que albergas en tu interior, son la manifestación de tu alma, si están ahí es porque puedes y debes hacerlos posibles. Muchas veces el miedo y la comodidad nos ganan, terminamos relegados a la zona de confort, viendo la vida pasar sin arriesgarnos a involucrarnos más.
Al final terminamos siendo infelices, nos sentimos insatisfechos y sin valor. En cambio cuando luchamos por nuestros sueños, nos sentimos vivos, útiles, apasionados y tendemos a vivir mejor, a ser más felices. El miedo siempre estará ahí, pero debemos aprender a actuar a pesar de él.
La vida es corta, no sabemos cuándo nos iremos, así que lucha por hacer realidad tus sueños y trata cada día de ser mejor persona, amándote y respetándote por encima de todo.